
Soy de la cofradía de las torrijas de leche desde pequeña no solo porque están mortales, sino porque son una muestra más de la alquimia del genio culinario popular, que convierte un cacho de pan sentao de lo más humilde en un dulce cremoso y estupendo. Una receta de aprovechamiento que es una exquisitez. Así...
Entrada original de El Invitado de Invierno.