Les casadielles son dulce de Carnaval, pardiez, aunque llegue yo un poco tarde con esto de las celebraciones carnavaleras. Siempre me ha gustado este dulce asturiano tan bestia, con ese relleno de nuez. Por norma general, toda cosa rellena de frutos secos me tiene ganada. Y estas empanadillas dulces merecerían en mi opinión más fama de la que tienen. Además de seguir los consejos de la asturiana más famosa de la red, Cova, me he guiado por la receta de un buen libro de cocina asturiana, Cocinar en Asturias, de Eduardo Méndez Riestra. Este señorín nos dice lo siguiente sobre les casadielles:
Son les casadielles uno de los postres más típicos, junto con los frixuelos, de la repostería netamente asturiana. Dulcería tradicional del antroxu o carnaval, están a medio camino de las empanadillas y de la gran familia de las llamadas «frutas de sartén». Lo más enigmático, no obstante, resulta ser su nombre, que los más asturianistas quieren ver como deformación de cosadielles —acertijos del tipo de esos de «¿qué cosita es?», en razón de que era una sorpresa el relleno que podían tener dentro—. [...] además del tradicional molido de nuez con anís y azúcar, rellenas de crema pastelera o de dulce, generalmente de ciruela. Por lo demás, la casadiella típica asturiana parece ser la frita en sartén. El gusto actual, no obstante, la prefiere de horno, por resultar más fina y digestiva, lo que se nos antoja por un lado menos típico, pero por el otro más sensato.
Pero es que yo no soy sensata. Así que fritas sean, porque me encantan las frutas de sartén (y me encanta esta denominación tan garbancera), los dulces fritos tradicionales de toda la vida. Las he hecho un poco más chiquitas de lo que viene siendo una casadiella asturiana… Portátiles. El relleno de nuez está adaptado del de Cova (le he quitado algo de anís que he sustituido por leche) y la masa es del libro de Méndez Riestra, que no es más que una masa bastante corriente de empanadillas (en medidas de pocillos… encantador). Incluso he hecho unas foticos del paso a paso, qué despliegue de medios.
- 120 g de mantequilla derretida
- 250 g de vino blanco
- 1 yema
- 1 pizco de sal
- ½ cucharadita de levadura química
- 400 g de harina floja, de repostería de El Amasadero
- 100 g de harina de espelta blanca
- 150 g de nueces trituradas
- 90 g de azúcar
- 40 g de anís dulce
- 30 g de leche
- Aceite para freír
- Azúcar para bañar
- Se mezclan los líquidos. Se tamiza la harina con la levadura y se agrega a los líquidos.
- Se amasa a mano o en robot, sin pasarse para que no coja liga. Debe obtenerse una masa blandita, pero que apenas se pegue a las manos.
- Se tapa y se deja reposar ½ hora.
- Como recomienda Cova, es buena idea hacer el relleno el día anterior para que repose y se asienten los sabores. Se trituran las nueces, no excesivamente finas y con cuidado de no pasarse, para que no se engrasen.
- Se añaden el azúcar, la leche y el anís. Se mezcla todo bien, hasta obtener un relleno blandito y manejable, pero que no exude líquido. Se puede rectificar añadiendo algo más de azúcar y nuez, o más líquido si le hace falta.
- Se tapa y se reserva.
- Se toman porciones de masa y se estiran sobre la encimera bien enharinada, hasta un grosor de 2 mm. Se hacen tiras de unos 10 cm de ancho. Se toman porciones del relleno, como del tamaño de una nuez, precisamente, y se hace un rollito que se coloca sobre la masa. Se envuelve el relleno, haciendo un rollito que solape en ⅓ de la longitud de la masa. Para pegar la masa, mejor humedecer con agua con el dedo la zona que se va a pegar.
- Se aplastan los extremos con un tenedor y se pasan los rollitos a un trapo enharinado.
- Se calienta aceite en una sartén, que puede ser de oliva o de girasol, según os importe más o menos que se note el sabor, por lo menos 2 dedos pues el aceite debe cubrir bien los dulces. Para la fritura el aceite debe estar bastante caliente, pero sin que llegue a humear. Se van friendo las casadielles, dorándolas bastante.
- Se sacan a una rejilla o papel absorbente y se rebozan en el azúcar.
Hablando en plata: las casadielles no son aptas para flojos. Además, os tiene que gustar el anís. Si no os agrada demasiado el anís, podéis usar incluso más proporción de leche en el relleno de la que se indica. O cambiar el anís por otro licor más suave o vino dulce, aunque igual algún asturiano os echa una maldición, o algo.
¿La mejor forma de degustar las casadielles? Tiene que ser toda una experiencia hacerlo con una bebida caliente después de un paseo invernal por la montaña asturiana…
Si os gustan los dulces tradicionales, aquí tenéis unos cuantos del blog:
- Flores de Carnaval
- Tortas de Alcázar
- Sobaos pasiegos antiguos
- Bartolillos madrileños
- Pastas del Consejo
- Churros
- Tortas de aceite
- Ponche segoviano
Y si queréis ver cómo prepara paso a paso las casadielles una auténtica güela asturiana, pasaros por este post del blog Fartucasedeyantar. Impagable.
(Intentan hacernos creer que en un mundo de alimañas no queda otro remedio que alimañizarse.)
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