Y con salsita de caramelo de moscatel, mi último descubrimiento. Es que las peras de esta tarta de peras y frangipane las poché primero en moscatel con azúcar, para que quedaran más jugosas y para aportarles algo más de sabor, y luego reduje el almíbar hasta que empezó a caramelizar… qué rico, madre. Tengo vicio con esto de cocer las peras en algún licor, como con estas peras en sidra que ya publiqué. Es que a mí las peras me parecen una criatura… más bien insulsa, por eso insisto en emborracharlas. E insisto. E insisto. Lo mío ya es obsesión. O alcoholismo, qué sé yo. En cuanto al otro ingrediente de esta tarta, el frangipane es una crema de la repostería francesa que es bastante bestia: crema pastelera + crema de almendra. Por eso está mortal de necesidad. Luego se combina con alguna fruta, por aquello de aligerar, ejem, y el resultado es fantástico.
Me gusta esta versión de la crema frangipane, sí, porque las recetas que he probado que no llevan crema pastelera me parecen bastante más pesadas. Esta resulta suave, cremosa y con un sabor excelente. Para la masa quebrada de la base podéis usar cualquier receta a vuestro gusto, como esta con queso fresco (¿queréis saber más sobre las masas quebradas y cómo se hacen? Aquí).
- 4 peras de carne firme (Conferencia o similar)
- 100 g de azúcar
- 250 g de vino moscatel u otro vino dulce
- 2 huevos
- 100 g de azúcar
- 100 g de almendra molida
- 100 g de mantequilla blanda
- 1 chorrito de moscatel
- 300 g (1) de crema pastelera, receta aquí
- Pelamos y cortamos las peras en dos longitudinalmente, quitándoles el corazón y las pepitas.
- Se ponen en una cazuela esmaltada con el vino y el azúcar y se lleva todo a ebullición. Se dejan pochar en el fuego muy bajito, poco a poco, y se comprueba si están hechas a los 10 minutos. Se van sacando a medida que estén (se prueba con la punta de un cuchillo), y se dejan lo que sea necesario hasta que estén tiernas por completo.
- Se cuela el almíbar y se pone en otro cazo, para reducirlo hasta que empiece a caramelizar. Cuando esté espesando, se apaga el fuego y se deja enfriar.
- Preparamos la masa quebrada y la colocamos, transladándola sobre un rodillo, sobre un molde de 28 cm desmontable, engrasado y enharinado. Asentamos y recortamos los bordes. Pinchoteamos bien con un tenedor (que llegue hasta el fondo) y horneamos en vacío 12 minutos a 180 ºC. Dejamos enfriar.
- Mezclamos todos los ingredientes, excepto la crema pastelera, a mano o con un robot. Añadimos la crema pastelera y homogeneizamos bien. Reservamos.
- Encendemos el horno otra vez a 180-190º.
- Vertemos la crema sobre la base de la tarta horneada previamente. Colocamos las mitades de pera sobre la crema (se hundirán) de forma simétrica, y metemos la tarta en el horno. Horneamos unos 30 minutos, hasta que la crema esté bien cuajada y dorada por encima.
- Sacamos la tarta y la dejamos enfriar, mejor fuera del molde para que la base quede más crujiente.
Se sirve la tarta de peras y frangipane con el caramelo frío en una jarrita, para que cada cual se ponga lo que quiera. El caramelito está delicioso, aunque no hay que pasarse para no empalagar. Y encima me ha sobrado… tengo un disgusto… Tendré que inventarme otra cosa para aprovecharlo, que aquí no se tira nada, y ahora menos. Así ya tendré algo en qué pensar esta semana y no andaré por la calle haciendo daño, como decían Faemino y Cansado.
¿Os gustan las tartas? Pues aquí tenéis alguna más del blog:
- Tarta de mascarpone y té verde,
- tarta de chocolate y buttercream de vainilla,
- tarta de naranja,
- tarta Shaker de limón.
Ah, y que la semana pasada se me olvidó contar que gané el DMBLGIT de octubre, con mi foto de la tarta de rositas, tan cursi ella. Aquí podéis verlo.
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